21 noviembre, 2009

Cerrado

Soy bastante hogareña, por no decir ermitaña.
De vez en cuando salgo a pasear.. pero la mayoría de las veces me rehuso incluso a ir a comprar el pan. Me limito a mirar desde mi ventana, a través de las rejas que yo misma puse.
Pido comprensión.
Nadie jamás toca mi puerta y nunca más la dejaré abierta a ver si alguien pasa.
Más de una vez ha pasado que ante un descuido entra la persona equivocada, asique me he visto en la obligación de cerrar con cadenas.
El maldito hábito de desaparecer de la noche a la mañana.
xoxo

2 comentarios:

  1. creo que entendí lo que quisiste decir..
    y si es así, entonces a veces en el descuido puede entrar la persona correcta... pero eso, cuando saques las cadenas.

    ResponderEliminar
  2. gracias javi, le daré el consejo al personaje que habla :)

    ResponderEliminar